• Hijo
de un modesto zapatero, desarrolla desde pequeño un gran respeto por la
artesanía que marcará sus futuras creaciones. Su formación como carpintero y el
trabajo en talleres de ebanistería –entre ellos el de Johannes Hansen– irán
definiendo su carrera, en la que influirán decisivamente su título en
arquitectura y la etapa como ayudante del también arquitecto y diseñador Arne
Jacobsen. La radical modernidad de su maestro inspirará el estilo de Hans
J. Wegner,
que en 1943 abre su propio estudio.
•LAS
SILLAS. Aunque
el creador danés ideó variados objetos a lo largo de su trayectoria, desde
artículos de plata a lámparas o papeles pintados, lo que le dio fama
internacional fue el diseño de muebles y, en concreto, de sillas. Considerado
como el “rey” de estas piezas, de su mente salieron cientos de modelos que
todavía producen firmas como Carl Hansen & Søn,
Fritz Hansen o PP Møbler.
•SU
SELLO. Wegner
supo combinar magistralmente en sus diseños clasicismo y vanguardia. La
sencillez de líneas y el uso de materiales naturales, sobre todo madera maciza,
recuerda a los modelos tradicionales, pero sus sillas son más ligeras y cómodas
y con una estructura, de respaldos curvos, patas ahusadas y líneas orgánicas,
propia de la modernidad.
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